viernes, 1 de agosto de 2014

Narración

En 1943 Víctor Andrés Belaunde publicó Peruanidad. La peruanidad era la esencia de los peruanos, una síntesis de sus herencias indígena e hispánica. El destino del Perú era continuar el orden que había surgido con el encuentro de andinos y españoles. La historia del país era una historia de esperanza y salvación. 
Belaunde y Riva Agüero establecieron el nacimiento del Perú en la obra de Garcilaso de la Vega, Ellos difundieron la imagen del cronista como un aristócrata culto y nostálgico, síntesis brillante de la estirpe de los conquistadores y las raíces indias. Garcilaso fue presentado como el prototipo de los peruanos, como el hombre que había logrado la fusión armoniosa de los dos legados. La reflexión de Belaunde sobre el mestizaje era una apología de una apología de la obra colonial española y una defensa de sus autoproclamados herederos, las familias notables de la República aristocrática. El enemigo que quería vencer eran el indigenismo y el socialismo.
Estos mismos adversarios continuaron activos mucho tiempo después de su muerte. Ya no se llamaban a sí mismos o los identificaban como indigenistas, sino que producían la nueva narrativa andina.
El grupo Narración estuvo integrado por Gregorio Martínez, Antonio Gálvez Ronceros, Augusto Higa, Roberto Reyes, Hildebrando Pérez Huarancca, Oswaldo Reynoso, Miguel Gutiérrez y Vilma Aguilar, compañera de Gutiérrez.
Aunque el promotor del grupo fue Oswaldo Reynoso, que ya era un escritor de oficio, el verdadero organizador fue Miguel Gutiérrez. Fue el quien propuso una doctrina para el grupo y modelo sus intereses teóricos. Narración fue un grupo de escritores de izquierda, pero no tuvo unicidad hacia el maoísmo y finalmente hacia Sendero Luminoso. Sus integrantes debieron tomar una decisión definitiva durante la represión de la dictadura militar de Morales Bermúdez: mantener su compromiso en el terreno puramente literario o pasar a la lucha armada. Vilma Aguilar e Hildebrando Pérez se integraron a Sendero Luminoso y terminaron muriendo durante los años de violencia.

Pérez Huarancca alcanzó a publicar una única obra, una colección de cuentos titulada Los ilegítimos. El cuento más notable de la colección es “Cuando eso dicen”. Es el relato de un niño y de su madre, una mujer abandonada, que acepta cualquier trabajo para poder sobrevivir, incluso la prostitución. Para Pérez el balance del mestizaje era miseria, vergüenza e ilegitimidad.

También en La violencia del tiempo de Miguel Gutiérrez el mestizaje queda definido como defecto, mancha y humillación. El mestizaje no significa la síntesis de dos herencias sino la humillación de un origen por el otro en una misma persona. La condición de mestizo es vivida como una enfermedad incurable, marcada por la vergüenza. Al igual que con una enfermedad venérea no hay forma de sentir orgullo de ellas. En su versión del mestizaje no ni siquiera un padre ausente ni pena porque una mujer blanca haya desplazado a la madre india. El mestizaje no proviene del olvido, la negación o el abandono. sino de la pura ignorancia. Según La violencia del tiempo los conquistadores tomaron a las indias como ahora los campesinos piuranos toman a las burras: simple bestialismo, fantasía masturbatoria para calmar una ansiedad y nada más, sin considerar la formación de una estirpe. Los españoles nunca quisieron forman un linaje mestizo. En la novela de Gutiérrez el mestizo es el huaccha absoluto, perpetuo huérfano sin identidad, sin pertenencia, sin participar de ninguna comunidad.
El pecado del mestizaje se encuentra en el racismo. No en el racismo que pueda sufrir un mestizo sino en el racismo interiorizado como escala de valores, que se perpetua y denigra a los otros a quienes no se identifique como blancos. El mestizaje no solo se revela como humillación sino también como violencia 
Uno no puede negar que el indigenismo parece ser una teoría paranoica, una ficción que define un mundo de contrastes y oposiciones absolutos. El indigenismo es una interpretación ideológica del mundo. Pero este no es un rasgo característico del indigenismo sino de todo el pensamiento occidental. La paranoia es una racionalización sistemática, una interpretción del sujeto cognoscente que percibe todo como significativo. Jacques Lacan  había resaltado la relación entre razón y paranoia al recalcar que las dos diferencias estrictamente al yo del exterior. La razón instrumental que triunfó en Occidente y que permitió el triunfo de Occidente había organizado al mundo en base a un principio paranoico que separaba al sujeto racional de la realidad. La delusión estab en creer en la existencia de un sujeto del conocimiento completamente autónomo y centrado en sí mismo.  
El indigenismo no fue una reducción vulgar sino una herramienta útil para estudiar a la sociedad republicana anterior a la Reforma agraria. El indigenismo realizó una hermenéutica implacable de la sociedad oligárquica. El indigenismo que se desarrolló entre Enrique López Albujar y José María Arguedas explotó las contradicciones entre la modernidad (la modenidad tradicional y excluyente establecida en Perú) y sus límites. El indigenismo exacerbó la tensión entre crítica social y fantasía. Es ciertos que los Andes del indigenismo eran imaginarios, pero el malestar y la metáfora auténticos,