viernes, 10 de julio de 2015

Los europeos

La idea de Europa comenzó a definirse después de la toma de Constantinopla por los turcos. Un año después Eneas Silvio Piccolomini recurrió a la noción de Europa, identificándola con la causa cristiana que hacía frente a la amenaza del Islam. Se extendió el consenso de llamar europeos a los países de fe católica y de cultura latina. Años después Sebastian Munster la retrataba como una reina cuyo corazón estaba en Europa central y cuya cabeza era España. Muchos escritores del Renacimiento identificaron a Europa con la extensión de la cristiandad occidental o con la soberanía del Sacro Imperio, aunque algunos humanistas como Valla preferían resaltar la continuidad de la cultura clásica. Para principios del siglo XVI Europa seguía siendo una idea poco clara en la mente de la mayoría de los occidentales y sus límites imprecisos. La mayoría de ellos no reconocería a los eslavos no católicos como europeos. Lorenzo Valla llamó europeos a los musulmanes ibéricos. Leo von Rozmital no podía diferenciar cristianos, judíos y musulmanes durante su viaje por España.

El viaje de Colón aceleró el proceso de identificación europeo. El Nuevo Mundo se convirtió en la alteridad del Viejo Mundo, como un espejo en el que pudiera contemplarse y verse reflejada de manera invertida: cristianos frente a paganos, civilizados ante salvajes, experimentados frente a inocentes.  

miércoles, 1 de julio de 2015

Guaman Poma, funcionario colonial

El caos que existió en España en relación al uso de nombres antes del siglo XVIII ha puesto a prueba la paciencia de los historiadores y ha dificultado la identificación de muchas personas. La irregularidad en la nominación llegó casi a la anarquía tanto en España como en América. La variación del nombre se extendió por todos los estratos sociales. Tal vez por eso resultó tan esquivo el cronista Felipe Guamán Poma.
Nació en San Cristóbal de Sondondo, en Lucanas, en una fecha dudosa. Pudo haber nacido entre 1534 y 1550. Se presentó a si mismo como descendiente de una noble familia de Huánuco, los Yarovilca. Sus padres fueron Martín Guaman Mallqui y Juana Chuquitanta, llamada también Cusi Ocllo, nieta de Túpac Yupanqui. Podemos aceptar la fecha de nacimiento más tardía debido al testamento de María Yupanqui, esposa de Felipe Lázaro Guaman Poma, dado en 1664. Es difícil creer que la pareja haya sido más que centenaria.
Nuestro cronista pudo haber comenzado su carrera dentro de la administración colonial a finales de la década de 1560, fungiendo de traductor de quechua y otras lenguas andinas y como escribano. En 1570 colaboró activamente con Cristóbal de Albornoz en la supresión del movimiento mesiánico del Taki Onqoy. 
Guaman Poma también conoció la disputa por la perpetuidad de las encomiendas. Este proyecto había generado un amplio descontento entre la población nativa. Tanto fue el descontento que Antonio Ruiz, el traductor mestizo, fue proceso en 1563 por “traducir antojadizamente” la palabra castellana “perpetuidad” al quechua. La situación se agravó por los escándalos, fraudes y moral dudosa de Briviesca de Muñatones, jefe de la comisión promotora de la perpetuidad.


Posteriormente estuvo al servicio de Juan Pérez de Gamboa, corregidor de Huancavelica y después visitador de las tierras del Cusco, Huamanga, Huancavelica, Vilcabamba, Castrovirreyna y Jauja en 1587. El corregidor Pérez habría introducido a nuestro cronista en la administración colonial limeña como traductor en los pleitos de españoles e indígenas.


Trabajó para el oidor Pedro Arteaga de Mendiola durante la visita a las minas de Huancavelica en 1588, donde conoció personalmente las duras condiciones de trabajo de los mitayos. La información de las minas de Huancavelica registró las propiedades y arriendos de los mineros españoles y cita como intérprete a don Lorenzo Anchachumbi, servidor de la Real Audiencia de Lima. Pero al cotejarlos con los pleitos de tierras del Hospital de los Naturales de Huamanga, nos encontramos con un personaje llamado a veces Felipe Lázaro Guamán Poma y otras Felipe Lorenzo Guamanchumbi. La sospecha es que nuestro cronista Felipe Guamán Poma de Ayala fue conocido antes con el nombre de Lorenzo Anchachumbi.
La información de Huancavelica registra como propietaria minera a Inés Asto, esposa del minero Luis Ávalos de Ayala. Esta misma propietaria nativa figuraba en los pleitos de tierras de Chupas, una década después, con el nombre de Inés Asto Coca. Se la ha identificado con Inés Coca, hija del cacique Miguel Coca del repartimiento de los Pabres de Huamanga colonial. Este linaje estuvo encomendado a favor de Garci Diez de San Miguel, marido de doña Isabel de Solier. El cacique Miguel Coca estuvo casado con doña Inés Chuquitinta, tía de Guamán Poma. El problema surge porque Inés Asto Coca es referida como esposa de Alonso Guamani. ¿Habría sido esta Inés Asto una hija de Inés Asto Coca? 
Este minero Luis Ávalos de Ayala era hijo del capitán Luís Ávalos de Ayala, parientes de Garci Diez de San Miguel y de Antonio Díez de San Miguel y Solier, encomendero en Huamanga. El minero Luis Avalos solicitó en un informe del 31 de agosto de 1557 una encomienda en reconocimiento a los servicios de su padre, fallecido en 1546. Esperaba obtener mano de obra indígena para destinarla al trabajo de las mina. Acaso es este capitán de Ayala a quien salvó el padre del cronista y cuyo nombre adoptó. 
Hacia 1590 nuestro cronista debió servir bajo las órdenes de fray Martín de Murúa. Se ha resaltado la gran semejanza entre los dibujos de El primer nueva corónica y buen gobierno y las acuarelas que aparecen en el manuscrito Galvin de la obra del mercedario. Guaman Poma menciona en su crónica cinco veces al fraile mercedario, en tono de censura; aunque Murúa nunca reconoció la participación de Guaman Poma.

Guamán Poma posteriormente pasó al servicio del Dr.. Alberto de Acuña, oidor de la Real Audiencia de Lima. El oidor Acuña fue designado Abogado General de los Indios por el virrey García Hurtado de Mendoza en 1589. El oidor fue catedrático en la Real y Pontificia Universidad San Marcos de Lima, miembro del Tribunal del Consulado de Lima, miembro fundador y creador de la Real Audiencia de Chile. Guaman Poma habría mantenido con él una relación estrecha y cordial. El oidor habría sido su mayor influencia para la redacción de El primer nueva corónica y buen gobierno. Quedaba relegado el mercedario Martín de Murúa quien se habría beneficiado más que beneficiar al cronista andino.

Al comparar la crónica de nuestro autor con el memorial que el Dr. Acuña envió al rey en 1598 se encuentran se encuentran coincidencias y confrontaciones. Guamán Poma y el oidor de Acuña describían la misma situación opresiva de la población andina, pero a veces desarrollaron planteamientos y propuestas diferentes para remediarla. Habría sido a través de Acuña que Guamán Poma tuvo acceso a documentación interna de la administración colonial. Entre esos documentos se encuentra los juicios de residenciade los virreyes Francisco de Toledo y Hurtado de Mendoza y las visitas efectuadas en la época toledana y en 1585. Nuestro cronista habría trabajado como traductor para la Real Audiencia de Lima con el nombre de Felipe Lorenzo Guaman Chumbi.
Al momento de escribir su propia obra nuestro cronista puedo elegir llamarse Guaman Poma para reunir a la dualidad andina, presentarse como hanan y hurin. Así permanecía fiel al esquema jerárquico andino, donde debía cumplirse ciertas condiciones para comunicarse directamente con el soberano.