miércoles, 6 de septiembre de 2017

Los arbitristas

El arbitrismo fue una corriente de pensamiento político y económico surgido en España de los Austrias bajo la influencia de la Escuela de Salamanca.
Los arbitristas anhelaban la restauración de la grandeza del reino y propusieron soluciones en memoriales dirigidos al monarca.
Son los siguientes:
Tomás de Mercado, autor de Suma de tratos y contratos.
Luis Ortiz, con Memorial al Rey para que no salgan dineros de España.
Martín González de Cellorigo, con Memorial de la política necesaria y útil restauración de España y estados de ella, y desempeño universal de estos reinos.
Sancho Moncada, con Restauración política de España.
Pedro Fernández de Navarrete, con Conservación de las monarquías.
Luis Valle de la Cerda, con Desempeño del patrímonto de Su Majestad y de los reinos, sin daño del Rey y vasallos, y con descanso y alivio de todos, por medio de los Erarios públicos y Montes de Piedad.
Jacinto de Alcazar Arriaza, con Medios políticos para el remedio universal de España.
Cristóbal Pérez Herrera, con En razón de muchas cosas tocantes al bien, propiedad, riqueza, futilidad de estos reinos y restauración de ellos.
Mateo López Bravo, con Del rey y de la razón de gobernar.
Pedro de Valencia, con Discurso de la tasa del pan.

Guaman Poma, con su Nueva crónica y buen gobierno, no fue un escritor que viviera aislado de sus contemporáneos sino que se inscribe dentro de un grupo característico. Nuestro cronista estaba relacionado al grupo de memorialistas preocupados por la crisis que golpeaba a la monarquía española y que ofrecía soluciones a ella.
Guaman Poma consideraba que la sed de oro de los conquistadores y de los colonizadores españoles había arruinado a las Indias, mientras que Gonzalez de Cellorigo afirmaba que el oro y la plata de las Indias no habían enriquecido a España, sino que la habían debilitado. La habían alejado de las verdaderas fuentes de riqueza: la industria, la agricultura y el comercio. 
La ilusión del tesoro americano había durado un siglo. Habia convertido a la economía española en dependiente del comercio sevillano y a la Corona en dependiente del oro de Indias. Pero a inicios del siglo XVII América se abastecía a si misma y el comercio sevillano se contrajo. Además las remesas de metales preciosos disminuyeron. En 1600 eran dos millones de ducados anuales, pero para 1620 se habían reducido a menos de la mitad. 
Guaman Poma se quejaba de los muchos españoles que venían a las Indias a querer vivir como señores, explotando el trabajo de los hombres andino, sin dedicarse a ningún oficio. En España se quejaban de la gran cantidad de gente que pasaba al Nuevo Mundo, abandonando los campos y dejando el país desierto.

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