Mi
propia experiencia como médico me convence más del carácter provisional,
consensual y falible de la ciencia. En esta carrera nadie habla de verdades
absolutas sino del state of the art,
de la mejor evidencia disponible en este momento, aunque sabemos que es
pasajera y contingencial. Lo único que podemos garantizar de un buen libro de
medicina es que dentro de unos años será anticuado y obsoleto. Lo absoluto es
obsoleto. Los diagnósticos son impresiones. Razonando correctamente uno puede
encontrarse que el problema de un paciente es otro muy diferente al que uno
pensaba. Me imagino que otras disciplinas deben adolecer de la misma condición
provisional y sometida al error del conocimiento.
La
cuestión de la verdad es un tema de interpretación y consenso. En medicina los
cánones de verdad y falsedad que son provisionales y que se pueden abandonar en
cuanto se consigan unos mejores (mejores en el sentido de permitir una
recuperación más rápida y completa de una enfermedad).
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